lunes, 24 de enero de 2022

ANTONESCU, Ion

 Ion Victor ANTONESCU


Mariscal de Rumanía

+ 15.06.1882 Pitesti, Valaquia, Rumanía
- 01.06.1946 Jilava, Alta Valaquia, Rumanía (ejecutado)





Promociones:


01.07.1904        Alférez
10.05.1908        Teniente
01.04.1913        Capitán
01.11.1916        Mayor
01.09.1917        Teniente Coronel
01.04.1920        Coronel
10.05.1931        General de Brigada
25.12.1937        General de División
16.09.1940        General de Cuerpo de Ejército
05.02.1941        General de Ejército
22.08.1941        Mariscal de Rumanía


Destinos:


06.09.1940        Conducatorul Statului Roman (Caudillo del Estado Rumano)


Condecoraciones:


07.08.1941        Orden de Miguel el Valiente de 2ª clase (Rumanía)
21.08.1941        Orden de Miguel el Valiente de 1ª clase (Rumanía)
                          Cruz de Hierro de 2ª clase
                          Cruz de Hierro de 1ª clase
06.08.1941        Cruz de Caballero de la Orden de la Cruz de Hierro
03.07.1943        Escudo de Crimea
                          Insignia de piloto observador con brillantes
                          Orden de la Cruz de la Libertad (Finlandia)


Concesión Cruz de Caballero:


El 06.08.1941 Hitler otorgó al General de armatâ Ion Antonescu la Cruz de Caballero de la Orden de la Cruz de Hierro.


Otros datos biográficos:


Nace en una familia burguesa de fe ortodoxa. Su padre era militar y deseaba que su hijo siguiese sus pasos. Acudió a la escuela militar para hijos de militares de Craiova, ingresando el 01.07.1904 como alférez.

Asistió a la Preparatoria de Oficiales de Infantería y Caballería.

En 1907 al mando de una unidad de caballería tomó parte en la represión de la revuelta campesina en los alrededores de Glati, donde su tacto en la crisis recibió la admiración del rey.

Entre 1911 y 1913 asistió a la Escuela Superior de Guerra de Bucarest, alcanzando el 01.04.1913 el grado de Capitán.

En 1913 participó en la Segunda Guerra Balcánica como oficial del estado mayor de la 1ª División de Caballería, combatiendo en Bulgaria.

En verano de 1916 cuando Rumanía entró en la Gran Guerra, Antonescu fue nombrado jefe de operaciones del Ejército del Norte, a las órdenes del general Constantin Prezan, participando en la campaña de Transilvania.

Tomó parte destacada en la infructuosa defensa de la capital en noviembre de 1916 y cuando en diciembre Prezan fue nombrado jefe del estado mayor, Antonescu se convirtió en jefe de operaciones del ejército, ya con el grado de comandante.

Tuvo un papel destacado en la planificación de la estrategia que permitió al ejército rumano rechazar la ofensiva de los Imperios Centrales en 1917, siendo nombrado el 01.09.1917 Teniente coronel y manteniéndose como lugarteniente de Prezan durante el resto de la guerra.

Combatió también contra los revolucionarios húngaros, dirigidos por Bela-Kun, en exitosas operaciones.

Los planes para defender a Moldavia tuvieron éxito y los méritos de Antonescu en la guerra fueron reconocidos por el Monarca Ferdinand del siguiente modo: “ Ningún otro puede saber mejor que tu rey los grandes servicios que rendiste a tu país en esta guerra".

El 31.12.1919 Antonescu fue condecorado con la Orden de “Miguel el Bravo” de tercera clase, por su destacada participación en la guerra donde ganó la reputación de comandante militar muy competente y pragmático.

En 1922 fue enviado como agregado militar a Francia.

En 1923 fue nombrado agregado también para Gran Bretaña y Bélgica, trabando amistad con el embajador y futuro ministro de exteriores rumano Nicolae Titulescu.

En 1926 regresó a Rumanía y se hizo cargo de una escuela militar de caballería.

En 1928 contrajo matrimonio con María Niculescu, desempeñando brevemente el cargo de secretario de Estado del ministerio de Guerra el mismo año.

El 12.12.1933 fue nombrado jefe del Estado Mayor. Desde este puesto decidió dar prioridad a la modernización del Ejército, al que ve incapaz de defender al país.

En 1934, estando en desacuerdo con el ministro de Defensa, acabó dimitiendo.

Durante la época de crecimiento de la Guardia de Hierro de Codreanu, Antonescu ve al movimiento con “falta de seriedad” aunque comparte su hostilidad hacia los judíos.

En 1936, ante su creciente animadversión hacia el rey Carol II, su amante de origen judío y lo que calificó como camarilla real, hizo que Antonescu accediera a entrevistarse con Codreanu.

A finales de 1937, tras las complicadas elecciones y la dificultad de formar un gobierno de coalición, Carol encargó a Octavian Goga la formación de un nuevo gobierno, a pesar de su escaso respaldo electoral (10% de los votos). Goga, extremista de derecha como Codreanu era, a diferencia de este, firme partidario del rey. Goga insistió en nombrar a Antonescu ministro de defensa y, tras el rechazo inicial del propio Antonescu y del monarca, ocupó el puesto de ministro de comunicaciones, por orden directa del rey, que Antonescu acata, mostrando su sentido del honor a la vez que advierte al soberano de su intención de acabar con la corrupción en ese ministerio. Carol cambia entonces de idea y concede el ministerio de defensa a Antonescu.

Antonescu se entrevistó con Codreanu y le ofreció la benevolencia de su ministerio del interior, a lo que Codreanu responde con la promesa de abandonar la violencia política.

Los enfrentamientos entre la Guardia de Hierro y sus competidores de la LANC, apoyados por el rey, hacen que Antonescu tratase de aplicar la ley marcial, aunque sin lograr detener los enfrentamientos. El rey le utilizó como enviado ante Codreanu, al que propuso entregar el gobierno a cambio de obtener el control de la Guardia de Hierro, a lo que Codreanu se negó. Convocadas nuevas elecciones, Antonescu prometió a Codreanu protegerle en caso de que el monarca atacase a su formación, a cambio de que este no respondiese con violencia a los ataques de la LANC.

Ante el acuerdo logrado por Goga y Codreanu, no consentido por el rey, que ve peligrar su control sobre la política del país, este despidió a Goga, declarando la dictadura real y formando un gobierno encabezcado por el patriarca ortodoxo Miron Cristea, permaneciendo Antonescu como ministro de Defensa.

El 29.03.1938 Antonescu dimitió al oponerse a la detención de Codreanu, declarando como testigo de la defensa. A pesar de ello Codreanu resultó condenado y Antonescu fue detenido provisionalmente en su domicilio y luego enviado a provincias. El rey trató de desacreditar a Antonescu, acusando a su mujer de bigamia (había estado casada previamente), pero la estratagema fracasó aumentando el prestigio de Antonescu en el ejército y mermando el apoyo del monarca.

El 17.09.1939, cuando los alemanes avanzaban rápidamente en Polonia, el gobierno polaco se exilió en Rumanía. El ministro de AA.EE. polaco, Josef Beck tenía una gran amistad con Antonescu. De hecho, Beck permaneció en Rumanía hasta su muerte en 1944.

Crítico ante la postura anglo-francesa en la Crisis de Munich, Antonescu se convenció de la necesidad de un acercamiento a Alemania como potencia emergente en centroeuropa, si bien permaneció alejado del poder del rey y de su fracasada política de equilibrio entre 1939 y 1940, que culminó con las pérdidas territoriales en el verano de 1940 (Rusia se anexionó Besaravia y el norte de Bucovina, Hungría los territorios del norte y Bulgaria una franja en el sur, en total un tercio del territorio de Rumanía).

Estas cesiones territoriales marcaron el declive total del régimen autoritario de Carol II.

El 09.07.1940 el rey ordenó el arresto de Antonescu, ya que temía el prestigio de éste, viéndolo como una amenaza a su control político y económico del país. Los alemanes intercedieron ante el rey, que lo liberó el día 11, internándolo en un monasterio desde el que Antonescu solicitó su abandono del ejército, que le fue concedido.

Sin embargo la situación interna del país era muy inestable, las manifestaciones organizadas por la Guardia de Hierro se sucedían, exigiendo la abdicación del rey.

El 03.09.1940 Carol II llamó a Antonescu y se mostró dispuesto a deshacerse de su camarilla y encargarle el gobierno, pero sin darle poderes absolutos, por lo que Antonescu no aceptó el ofrecimiento.

El 04.09.1940, ante el agravamiento de la situación en las calles con manifestaciones continuas, Carol ordenó al primer ministro Gigurtu la ejecución de 15 presos de la Guardia de Hierro, a lo que este se negó, dimitiendo.

Antonescu fue llamado de nuevo y aceptó formar gobierno una vez que el rey estuvo dispuesto a otorgarle “los poderes necesarios”. Sin embargo los dirigentes de los principales partidos se negaron a entrar en el nuevo gobierno si el rey no abdicaba. El monarca, tras intentar mantenerse en el trono y apoyarse en el ejército, que finalmente no le respaldo, se vio obligado a abdicar en su hijo Miguel de 19 años, ante el ultimátum de Antonescu en la madrugada del día 06.09.1940, abandonando el país junto a su amante en un tren cargado de posesiones, que intentó detener sin éxito la Guardia de Hierro.

El nuevo monarca, Miguel, concedió plenos poderes a Antonescu el mismo día 6, nombrándole “Conducatorul Statului Roman” (Caudillo del Estado Rumano) y a Horia Sima, nuevo jefe de la Guardia de Hierro como vicepresidente.

Antonescu solicitó el regreso de la reina madre para aconsejar al nuevo rey pero su actitud arrogante ante ambos pronto hizo que su relación con la familia real se volviese tensa.

El principal objetivo de Antonescu fue establecer una alianza firme con Alemania. En 1940 la Alemania nazi era el único poder europeo que podía apoyar de forma efectiva a Rumanía frente a las amenazas y agresiones soviéticas.

El 23.11.1940 firmó en Alemania la adhesión de Rumanía al Eje, solicitando el envío de una misión militar a su país. Hitler sentía una profunda admiración por Antonescu, en el que setía una gran confianza, considerándolo un hombre de voluntad férrea.

El 12.06.1941 Antonescu fue informado por Alemania de los planes del próximo ataque a la URSS. Antonescu expresó su deseo de participar desde el comienzo en la invasión, permitiendo la instalación de varias divisiones alemanas en la frontera. Comunicándole a Hitler esta voluntad, en los siguientes términos: “Estaré a su lado desde el primer día de la lucha. Puede usted contar plenamente con el pueblo rumano para luchar contra los eslavos”.

Antonescu deseaba no sólo recuperar los territorios perdidos en junio de 1940, anexionados por la URSS a fuerza de amenazas, sino también participar en lo que consideraba una cruzada contra el bolchevismo.

El 22.06.1941 Rumanía entró en guerra al lado de las fuerzas del Eje en su ataque contra al URSS, lo cual causó entusiasmo entre gran parte de la población. Rumanía quería principalmente liberar las provincias ocupadas por los soviéticos de Besaravia y el norte de Bucovina y Herta, lo que consiguió a finales de julio de 1941, habiendo sufrido Rumanía cerca de 21.000 bajas.

El 22.08.1941 el general Antonescu fue ascendido a mariscal por el rey.

El 04.09.1941 las provincias de Besarabia y Bucovina fueron nuevamente incorporadas a Rumanía.

El 28.09.1941 Hitler afirmaría de él: “De origen germánico y no rumano, Antonescu es un soldado nato. Su desgracia: tener rumanos a sus órdenes. Pero no olvidemos que hace solo un año estas gentes huían desaforadamente ante los bolcheviques. Es maravilloso que Antonescu haya conseguido sacar tan buen partido de tales tropas”.

El 17.10.1941 continuaría Hitler consolidando su buena impresión de Antonescu en los siguientes términos: “Entre nuestros aliados –y dejando aparte al Duce- Antonescu es el que causa mejor impresión. Es un hombre de gran clase que no se deja desmoralizar por nada y además resulta incorruptible. Un hombre como nunca tuvo Rumanía”.

Los dirigentes de los principales partidos aconsejaron a Antonescu que detuviese el avance de las tropas y no ocupase territorio soviético, a lo que el mariscal se negó.
El 03.08.1941 las tropas rumanas cruzaron el Dniester.

El 06.08.1941 Antonescu recibió la Cruz de Caballero de la Orden de la Cruz de Hierro de manos de Hitler. Antonescu esperaba la anulación del arbitraje de Viena que había concedido el norte de Transilvania a Hungría. Hitler, que no quería enemistarse con el también aliado húngaro, ofreció a Antonescu, a cambio de los territorios cedidos a Bulgaria y Hungría el norte de Maramures y Voivodina. El mariscal se opuso a la ocupación de estas zonas y pidió que la administración de Voivodina fuese alemana:
Os pido que hagáis participe al Führer, lo más rápidamente posible, de la siguiente advertencia: si tropas húngaras entrasen en el Banato yugoslavo, ¡yo no dudaré ni por un segundo en entrar con las mías para combatirlas!”.

El ejército rumano participó en cruentas batallas, como la de Odesa, Crimea y en la montañas del Cáucaso, sufriendo importantes pérdidas.

Las tropas rumanas eran las terceras por número del Eje, sumando 585.000 soldados combatiendo en el Frente del Este entre junio y octubre de 1941. Sin embargo, estaban escasamente equipadas con artillería pesada y tanques. El 75% de los soldados eran campesinos, poco cualificados.

El 07.12.1941, ante la falta de una respuesta rumana a la exigencia de retirada de la URSS, Gran Bretaña declaró la guerra a Rumanía, para consternación de Antonescu que sentía un gran respeto por el Reino Unido. El 12.12.1941 entraba en guerra con los EE.UU., a pesar de que Antonescu declaró: “Soy aliado del Reich contra Rusia y neutral en la lucha entre Gran Bretaña y Alemania. Soy partidario de los EE.UU. frente a Japón”.

Antes de producirse la ofensiva soviética de Stalingrado en noviembre de 1942, advirtió a Hitler de la extrema gravedad de la situación de los 3º y 4º Ejército rumanos. Le exigió, en especial, el suministro de cañones antitanque de 50 mm. Para reemplazar urgentemente a los de 37 mm, cuya total ineficacia frente a los blindados enemigos era conocida desde hacía más de un año. El Führer le prometió cubrir esta laguna, pero todas sus palabras fueron papel mojado.

El 25.11.1942 la derrota del 3º Ejército rumano en el Don, provocó un violento intercambio de opiniones, acerca de las responsabilidades al respecto, entre el general Steflea, el mariscal Antonescu y el general Hauffe, jefe de la misión militar alemana ante el Ejército rumano.

Tras el desastre de Stalingrado a finales de 1942, los rumanos perdieron 155.000 hombres y numeroso material de guerra, un cuarto de sus efectivos.
El mariscal permitió contactos diplomáticos con los aliados a partir de ese momento, para firmar una paz por separado, sin embargo, estos se frustraron cuando los aliados exigieron la rendición incondicional.

En abril de 1943 se entrevistó con el Führer en Klessheim, manifestando su deseo de reunir todas las fuerzas posibles para detener la oleada eslava del este, prefiriendo un acuerdo con Occidente. Esto último irritó a Hitler extraordinariamente.

Tras las terribles derrotas del Eje en 1944, se aceleró la firma del armisticio. Los soviéticos confiaban en poder lograr un acuerdo con Antonescu para facilitar el cambio de bando de Rumanía y controlar sus fuerzas armadas.

En marzo de 1944 Hitler convocó a Antonescu y le recriminó las negociaciones, de las que tenía noticia y solo ante la promesa de lealtad del marsical decide mantenerlo en el poder y no ocupar el país, como hizo con Hungría ese mismo mes.
Antonescu mantuvo, no obstante, sus intentos de abandonar la guerra con la condición de que se garantizasen las fronteras rumanas, negándose a una rendición incondicional.

El 06.05.1944 a pesar de que los soviéticos habían liberado en marzo Odessa y se había evacuado Crimea, Antonescu se negó a una rendición incondicional y a abandonar a los alemanes declarando a sus ministros: “Señores, debemos mantener un actitud totalmente correcta en nuestras relaciones con los alemanes: en 1940 nos comprometimos con ellos, ¿y ahora pensamos en golpearles cuando están abatidos y se enfrentan a la derrota? No podemos hacer eso, caballeros. Nunca he sido un germanófilo y jamás lo seré, así se lo dije a Hitler. El pueblo rumano marcha junto al alemán por sus propios intereses y cuando estás en posición de ayudarle a defender sus derechos te mostrarán su gratitud. Debemos comportarnos correctamente con los alemanes”.

Los soviéticos ofrecieron las siguientes condiciones a cambio del armisticio: Capitulación incondicional. Devolución de Besarabia y del norte de Bucovina a la URSS, el pago de compensaciones y la concesión de paso por territorio rumano del ejército soviético. Antonescu las rechazó, no confiaba en las promesas soviéticas mientras no fueran apoyadas por Gran Bretaña y los EE.UU.

Esta negativa llevó al rey a planear su derrocamiento, con el apoyo de los líderes de los partidos políticos. Empezó a planearse un golpe de estado.

Antonescu regresó deprimido de su reunión con Hitler a comienzos de agosto y no respondió a las propuestas de los sovi´dticos.

El 20.08.1944 se desencadenó una nueva ofensiva soviética, fijándose la fecha para el golpe que derrocaría a Antonescu para el día 26. Ante el rápido avance soviético, Antonescu decidió partir al frente el día 23 y la conjura tuvo que adelantarse. El ministro de asuntos exteriores Mihai Antonescu y la propia esposa del mariscal le convencieron para que acudiese a ver al rey y solicitase un armisticio. Tras solicitar el apoyo por escrito de los líderes de los partidos políticos para la petición de armisticio y no lograrlas por encontrarse éstos ilocalizables se negó en un principio a acudir al palacio y solo la llamada del general Constantin Sanatescu le convence finalmente de ir a la cita con el monarca.

Tras una tensa entrevista entre Antonescu y el rey Mihai, éste destituyó a Antonescu y lo detuvo, tras haberse negado el mariscal a solicitar el armisticio sin avisar antes a los alemanes o a dejar el poder.

El rey nombró inmediatamente un nuevo gobierno encabezado por Sanatescu, formado principalmente por militares y con los dirigentes de los partidos como ministros sin cartera.

Después de su detención, Antonescu fue entregado a los soviéticos. Prisionero de éstos, permaneció arrestado casi dos años en la URSS, tras lo cual fue enviado a Rumanía para ser juzgado de manera “ejemplar”.

El 17.05.1946 fue condenado a muerte por el Tribunal del Pueblo y ejecutado el 01.06.1946 junto a la prisión de Jilava, con sus colaboradores más cercanos: el ex ministro del Interior rumano Constantin Z.Vasiliu, el ex gobernador de Rumanía Georghe Alexiano y el vicepresidente rumano del Consejo de Ministros Mihai Antonescu.











Saludando a Hitler en una visita a Berlín


En una conferencia con Hitler, a la derecha el general Halder


Arriba y abajo, con el mariscal von Manstein



Condecorando a soldados alemanes



Video sobre la ejecución de Ion Antonescu

Firma:





Fuentes:  

-Wikipedia.

-https://www.tracesofwar.com/

Fotografías: Colección particular. Wikipedia. 


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